jueves, 10 de febrero de 2011

La sal esa maligna compañera

Este invierno que hemos soportado olas y olas…. y de nuevo olas de frío, acercándonos a los inviernos de centro Europa, esto nos ha creado un nuevo problema para el mantenimiento de nuestro vehiculo, este es nada mas y nada menos que la temida sal.
La sal como todo en la vida en exceso es mala, si no que se lo pregunten a nuestros corazones, pero en el caso de los automóviles, estos problemas médicos no los sufren, pero si la corrosión que produce la sal al depositarse en las partes metálica.
En gran parte de España, sobre todo la centro-sur, encontrarse sal en las carreteras era ocasional. Días puntuales del invierno donde se preveían muy bajas temperaturas, pero este año al haber hecho el tiempo que todos sabemos, la sal ha sido otra de las protagonistas, eso si, secundaria.
Las previsiones de la compra de sal se han desbordado, ayuntamientos, comunidades y la DGT han tenido que comprar el doble de sal para esparcirlo por nuestras calles y carreteras, esto es totalmente comprensible, por el manto blanco que nos ha acompañado algunos días.
 Pero esa sal beneficiosa para evitar el hielo es perjudicial para nuestros vehículos como ya antes hemos mencionado.
 Hay un dicho muy castizo en el cual se menciona: “todo tiene solución en esta vida, menos la muerte”, y es totalmente cierto.
Como bien dice el dicho esto también tiene solución, la sal de nuestras carreteras no lo podemos evitar, es mas, es necesaria, pero no se necesita la que se deposita en nuestros vehículos pues quitémosla para evitar oxidaciones innecesarias.
La sal tiene un alto poder de degradación sobre el metal, si además lo sumamos al agua, con lo que si antes lo quitamos de nuestro vehiculo, antes evitaremos males mayores.
Cuando hacemos un viaje y rodamos por encima de un pavimento cubierto de sal, la sal es proyectada por las ruedas a los bajos del vehiculo; esto se puede ver fácilmente, si nos fijamos en los laterales de los coches como hay un manto blanco impregnado.
Pues en vez de llegar a nuestro destino y aparcar el vehiculo, lo recomendable es acercarse a un punto de lavado a presión y dar una pasada con agua tibia por debajo del automóvil y sobre todo por los pasos de rueda, es decir, en la arco donde se aloja la rueda .
Estas son las zonas donde va a parar la inmensa mayoría de la sal que proyectamos, esta claro, que cada vez que conduzcamos no lo vamos a lavar, porque el invierno es largo, y nuestra cartera pequeña,  pero si  hay que tener en cuenta que cada cierto tiempo hay que hacer este mantenimiento.
Si aun usted, no ha lavado el automóvil de manera detallada como le hemos narrado anteriormente, o simplemente le ha metido a la maquina de los rodillos, a que espera para hacer un lavado en contra de la sal a su vehiculo.
Por ejemplo, es muy típico, ver vehículos de importación, en especial alemanes, donde sus pasos de ruedas o sus bajos ya están empezando a oxidarse, la razón es evidente, ya que en esos países los inviernos son mas duros, con precipitaciones de nieves mas intensas y la sal es la compañera fiel de la carretera, produciendo esos males a los automóviles.
Espero que esto no les ocurra a sus vehículos. ¿Yo ya he retirado la sal de mi vehiculo, y usted?

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